No importa la temperatura que haga, nuestro cuerpo, ya sean, por ejemplo, las axilas, las manos o los pies, segregan un sudor excesivo. Si esto nos ocurre con normalidad, puede ser que estemos ante un problema de hiperhidrosis. Y si bien la sudoración es necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, pues regula nuestra temperatura, su exceso puede ocasionarnos dificultades en lo que respecta a la imagen, como a la hora de vestir ciertas prendas.
“Para remediarlo, la medicina estética emplea la toxina botulínica, comúnmente conocida como botox”.
Se realizan microinyecciones con agujas muy finas en las zonas afectadas por la hiperhidrosis, de forma que se logra una solución efectiva y segura que normaliza el sudor durante seis meses. Se trata de un tratamiento en el que el botox bloquea o anula el estímulo nervioso de las glándulas sudoríparas, de manera que no segregan sudor.
“Solo es necesaria una sesión y los efectos se notan a los dos días. Se trata de una técnica revolucionaria”.
Además de todo esto, la aplicación del botox para la hiperhidrosis presenta otras muchas ventajas, como que puedes incorporarte a tus vida cotidiana inmediatamente, que se trata de un tratamiento prácticamente indoloro, por lo que no se emplea anestesia y que la sesión dura muy poco tiempo.
Aunque por supuesto, la mejor ventaja es que hará que te olvides del sudor y puedas llevar una vida completamente normal. ¡Despreocupad@s!
Si te interesa saber más sobre ello, yo te cuento todo lo que necesites.