Si por algo suelo recomendar la técnica de la radiofrecuencia, es porque permite tratar la celulitis corporal y la flacidez cutánea de una manera no invasiva no agresiva, eficaz y segura. Y es que, se trata de un procedimiento muy bien tolerado por el paciente, que además no precisa de anestesia.
Consiste en un triple efecto:
• Se trata de una técnica que afecta al tejido graso subcutáneo y a la piel a través de un calentamiento profundo, inducido a través de un cabezal de tratamiento. De esta forma, se favorece el drenaje linfático, por lo que se eliminan las toxinas en las que se encuentran embebidos los adipositos del tejido que presenta celulitis.
• Otro de los efectos que produce el calentamiento, es que se aumenta la circulación de la zona, por lo que mejora el metabolismo del tejido graso subcutáneo y el aspecto de la piel.
• No solo eso, otro de los efectos clave es que facilita la formación de nuevo colágeno, lo que significa que ayuda a mejorar la firmeza y la elasticidad de los tejidos y la piel.
Con muchas ventajas:
• Además de por las razones anteriormente descritas, hay otras que hacen que sea un tratamiento muy popular. Y es que, el paciente se puede incorporar a la su vida cotidiana de manera inmediata.
• Por otro lado, sus efectos secundarios no pasan del enrojecimiento o la aparición de algún edema transitorio en las zonas tratadas.
• Y por citar alguna más, es importante que sepas que no solo se trata de un tratamiento corporal, si no que la radiofrecuencia también se aplica en la zona facial, para mejorar la flacidez y las arrugas propias del envejecimiento.
Ahora que estamos en el periodo estival y lucimos más nuestro cuerpo, ¿quieres saber más sobre la radiofrecuencia? Yo te cuento todo lo que desees conocer.