A todos nos suena, sabemos que es muy buena, e incluso en Estados Unidos ya la recomiendan y reconocen todos sus beneficios; pero, ¿sabes realmente en qué consiste? Si no es así, descubre sus puntos clave así de fácil:
Algo de historia…
Es en el año 1948 cuando comienza a hacerse referencia a este tipo de dieta a raíz de un estudio que comparaba los estilos de vida de la isla de Creta con los de Estados Unidos, y en el que destacó la longevidad de los griegos. En 2010 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
¿Qué países engloba?
No solo los países europeos como son España, Italia, Portugal o Grecia. Los integrantes de la dieta mediterránea son todos aquellos países que se encuentran en la cuenca del Mediterráneo, como lo son también Marruecos, Turquía, Túnez, Egipto, Libia, Siria, etc.
Sus alimentos principales son:
Aceite de oliva, alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, frutos secos) pan integral, pastas y cereales, productos lácteos (yogures y quesos) y pescado azul.
¿Tantos beneficios aporta?
¡Sí! Te enumero solo alguno de ellos: reduce los niveles de colesterol, rebaja la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, mejora las funciones cognitivas, disminuye el riesgo de accidentes cerebrales, aumenta la esperanza de vida, mejora el tránsito intestinal, reduce el riesgo de padecer algún tipo de cáncer, previene la aparición de diabetes, etc.
Eso sí, hay que entender que la dieta mediterránea no es un plan dietético, si no un conjunto de hábitos alimenticios, un estilo de vida, al que hay que complementar con algo de ejercicio físico.
¿Quieres mejorar tu calidad de vida? Déjame que te cuente cómo.
Fuente imagen: Departamento de Sanidad y Servicios Humanos de EE.UU.